Todo parece indicar que la conducta chicha del presidente del Instituto Peruano del Deporte (IPD), Gustavo San Martín, apunta a imponer una cultura combi en el Sistema Deportivo Nacional (Sisden).  

Hace apenas 48 horas el titular del ente rector sostuvo una “reunión de trabajo” con Pedro del Rosario, un dirigente inhabilitado temporalmente por el Consejo Superior de Justicia Deportiva y Honores del Deporte (CSJDHD).

Con esa conducta el máximo representante del gobierno en el deporte ha demostrado un nulo respeto por los integrantes del tribunal deportivo del país. Lo que es peor aún, ha manifestado un extraño desapego a las normas y un desprecio a una de las instituciones del Sisden.

Según información publicada en la página web del Comité Olímpico Peruano (COP) la cita se habría realizado en el despacho del presidente del IPD.

Tremendo error de San Martín. Él mismo se ha disparado a los pies. Al relativizar las normas y las resoluciones del CSJDHD, se ha quedado sin el escudo legal que lo protegía de cualquier contingencia formal. Allá él.

En lo estrictamente deportivo, que es la materia de este blog, solo cabe lamentar la designación de un personaje con un poroso conocimiento de la estructura normativa que rige el Sisden.

Coincidentemente hace 48 horas publiqué una nota en este mismo espacio en la cual señalaba la contradicción entre el discurso y los actos de San Martín. La información propalada por el COP confirma a cabalidad mis sospechas.

¿Qué le espera al deporte? Nada bueno. Ya hemos pasado por experiencias similares. Cuando un presidente del IPD considera que está por encima de las normas adopta las medidas más arbitrarias y descabelladas que uno pueda imaginar.

A partir de ahora se abre un nuevo panorama. Las palabras perderán su esencia y los actos empezarán a dibujar la hoja de ruta que trajo en el bolsillo Gustavo San Martín.

Solo para graficar este punto. La semana pasada debió realizarse el consejo directivo mensual del IPD. No se hizo. El titular del IPD privilegió una reunión con el COP, con la inclusión de un dirigente inhabilitado.

Ese COP es el mismo que durante meses ha sido renuente a designar a su representante ante el CSJDHD, logrando entorpecer el normal desarrollo de las dos salas, que funcionan con tres vocales cada una.

De otro lado, en estos momentos hay dos federaciones con serios problemas institucionales: Tabla y Básquetbol. La primera está sin directiva desde el 9 de noviembre, por una resolución sancionatoria del CSJDHD, la segunda suspendida por su matriz internacional desde mediados de año.

Ahí se verificará con claridad hacia a dónde apunta este jefe del IPD: ¿respetará las iniciativas de las bases o impondrá grupos obsecuentes? La comunidad deportiva está plenamente advertida.

Mientras el país reclama la formalización de diversos sectores, la mentalidad chicha de un funcionario nos lleva de paseo en una combi temeraria. Por ahora el deporte sale perdiendo.

*Periodista y editor del blog: www.unavozunavez.blogspot.com