Quienes sacudieron el sillón del presidente del Instituto Peruano del Deporte (IPD) hasta llevarlo a la renuncia ahora buscan consumar sus anhelos para colocar al propio que les permita culminar sus proyectos más anhelados. 

Las manos que cavaron el hoyo por donde resbaló Sebastián Suito son las mismas que redactaron los borradores para otorgarles a empresas extranjeras el legado de infraestructura deportiva de los Juegos Panamericano Lima 2019.

¿Quiénes pertenecen a ese grupo? El presidente Martín Vizcarra los conoce bien. Estuvo al lado de ellos en varias oportunidades. No puedo presumir que el mandatario sea partícipe de ese negociado, pero las dudas empiezan a vislumbrarse.

También llama la atención que en menos de tres años pasaran por el sillón del máximo cargo del IPD cinco nombres: Saúl Barrera (venía del gobierno de Ollanta Humala), Óscar Fernández (PPK), Víktor Preciado (interino), Susan Córdova (interina), Sebastián Suito (PPK).

Ahora hay algunos candidatos cuyos nombres empiezan a sonar con insistencia: Susana Córdova, una interina que conoció del contrato con la OEI para la remodelación de los estadios para el Mundial Sub 17, que después se frustró. Insensible a casos de acoso sexual en contra de deportistas. Obsecuente integrante del directorio de Copal en representación del Minedu.

También aparece Gustavo San Martín, vinculado a la Copal y a la academia. Ya pasó por el IPD, estuvo en la Dirección de Deportes Afiliados (Dinadaf), con poca fortuna. Carlos ‘Chiquito’ Zegarra, presidente de la Federación de Judo, exjefe de la Dinadaf y actual asesor de la ministra de Educación.

Finalmente, también hay dos representante del interior del país: Antonio del Campo. Viene del sur. Ha sido presidente regional del IPD de Tacna. Proviene del básquetbol. Cierra la lista el presidente de la Segunda Profesional de Fútbol, Sergio Ludeña (Cienciano del Cusco), quien juega tenis con el presidente Vizcarra en el Lawn Tennis de la Exposición.

Una equivocación más y el deporte habrá perdido su última batalla por salir del pantano. Y esa derrota quedará consumada con la cesión del valioso patrimonio deportivo que se construyó para los Juegos Panamericanos Lima 2019.

MOVIDAS Y MOVIMIENTOS

Desde hace dos semanas la atmósfera del IPD se ha tornado irrespirable. Primero la renuncia de Víctor Aspíllaga, director de Dinadaf, por el tema de la lista de 147 deportistas excluidos del Programa de Apoyo al Deportista. Hoy se sumó la salida de Alberto Tejada Conroy del IPD, quien estaba encargado de la Dinadaf y era el titular de la Dirección Nacional de Servicios Biomédicos (Dinaseb).

Sin embargo, en el caso de Tejada Conroy hay una información adicional que puede resultar interesante para entender el contexto de su renuncia. A través de un memorando de la Unidad de Personal se le atribuye no haber registrado asistencia a la entidad IPD) el 2 y 3 de octubre. Y pese a ello “… se ha verificado que en los días antes señalados (2 y 3 de octubre) se registran en el Sistema de Gestión Documental, la emisión de 17 documentos por parte del titular de la Dinaseb”.

Consultado sobre el particular, Tejada Conroy dijo desconocer ese documento y el contenido que aborda: “Es un tema en el cual tendré que establecer mi defensa. Creo que hay una mala intención de la administración (del IPD). Esto se verá en su momento”.

En cuanto a su salida del IPD manifestó que estaba en desacuerdo con el manejo de la institución: “El presidente (Suito) delegó sus funciones en la gerencia general hace como cuatro meses. Yo discrepé de esta situación y por ese presenté mi renuncia”, finalizó.

*Periodista y editor del blog: www.unavozunavez.blogspot.com