ya acabó su novela

héctor menacho, richard hidalgo y leo ramírez. tres sentidas desapariciones.

Deportistas emboscados por el destino

A propósito de las recientes desapariciones de Héctor Menacho, Richard Hidalgo y Leo Ramírez. Tres muertes que enlutan al deporte peruano.

Publicado: 2019-05-11

La muerte tiene carácter cancelatorio. Una vez que ocurre levanta un muro invisible infranqueable. No hay forma de decir adiós, resulta imposible ejecutar lo pendiente. El fallecimiento es una inesperada despedida unilateral.

El nonagenario decatlonista Héctor Menacho, el montañista Richard Hidalgo con cinco décadas sobre sus hombros y el muchachón Leo Ramírez Hidalgo de veintitantos, nos han recordado esa cualidad radical de la desaparición física.

la marina de guerra del perú le dedicó sentidas palabras.

El nombre de Héctor Menacho Pastor apenas sonaba como un leve rumor en mi memoria. Brilló en una época remota. Un sentido mensaje sobre este deportista formidable me acaba de llegar. Uno de sus entrañables amigos me comunica su fallecimiento a mediados de abril pasado. Había pasado la barrera de los 90 años. 

José Emilio Remy, exoficial de la Marina de Guerra del Perú y expresidente de la Federación Peruana de Tabla, lo tuvo como preparador físico en su época de cadete naval: “Ha sido un gran deportista peruano, pero nunca le hicieron un homenaje en vida”.

El periodista Justo Linares lo recuerda como su profesor de primaria en un centro educativo del centro de Lima: “Un hombre muy sencillo, pero de una condición atlética formidable. Ha sido un atleta enorme en una época en la que tuvimos grandes deportistas”.

Iván Dibós Mier, expresidente del Instituto Peruano del Deporte y actual titular del Touring Club del Perú, suelta una confidencia: “Yo lo llevé al remo. Era un moreno de La Victoria con 1.88 de estatura y una fortaleza impresionante”.

Iván Dibós acertó en su elección. Menacho sumó más laureles a su trayectoria deportiva con el remo, incluso asistió a los Juegos Olímpicos de México 1968 por esa disciplina. Ese mismo año conquistó un título sudamericano en dos con timonel en torneo realizado en La Punta.

Coincido con José Emilio Remy. Sigue pendiente un homenaje a Menacho y todo lo que significó para el atletismo, el boxeo, el remo, el básquetbol y otras disciplinas que cultivó con dedicación y calidad.

richard hidalgo iba por una hazaña, la muerte le jugó en contra.

RICHARD HIDALGO EN SU LEY

Los deportes de invierno tienen escasa difusión en el país, pese a la enorme pasión de sus cultores. Uno de ellos, Richard Hidalgo, acaparó las primeras páginas de los diarios del país a raíz de un hecho lamentable: su cuerpo fue hallado sin vida cerca de las cumbres del Himalaya.

Hidalgo buscó la gloria, pero la muerte lo emboscó sobre los seis mil metros de altura. Richard ingresó a la eternidad por la fría puerta de los nevados de Nepal. La gloria salió a su encuentro antes que él la pudiera conquistar.

LEO RAMÍREZ HIDALGO

leíto ramírez, campeón nacional de tenis en 2000. aparece al lado de lorena rodríguez y el entrenador carlos montes.

A Leo Ramírez Hidalgo lo recordaré siempre como Leíto. Así lo trataban en el Lawn Tennis para diferenciarlo de su padre, Leo Ramírez Lazo. En 2000 dio un campanazo al ganar el Nacional de Tenis a los 17 años.

El experimentado Luis Garbín, termómetro de las promisorias figuras del club, lo retaba de manera particular: “¿Su Majestad, por qué no jugamos?”. Garbín apelaba al nombre del programa de radio de Leo Ramírez Lazo: “Su majestad el bolero”.

Leíto respondía al reto con una sonrisa y una señal afirmativa. Un partido memorable con puyas de todo calibre congregaba a los socios a la cancha principal. Leíto ya estaba camino a la selección de Copa Davis y su tenis estaba en franca evolución.

leíto con sus padres: mabela hidalgo y leo ramírez lazo.

Así lo recuerdo. Chico inquieto, pero muy respetuoso. Ha partido a la eternidad a los veintiocho años. Mabela, su madre, y Leo, su padre, han recibido innumerables muestras de afecto en estas horas de tristeza.

A Leo Ramírez Lazo lo tengo en mi radar desde su época de árbitro de fútbol, después como tenista aficionado, director de un emblemático programa romántico y animador de veladas artísticas.

Tuvo la gentileza de contarme una historia de amor que lanzó al aíre en su programa de radio que involucraba a una desaparecida prima mía. Ese día me mostró una fibra sensible que no había percibido antes en él.

Hoy solo me queda decirle que a donde quiera que haya ido Leíto siempre estará con quienes lo conocimos y disfrutamos de su compañía.

Héctor Menacho, Richard Hidalgo y Leíto Ramírez descansan en paz. El país que ellos representaron los recordará por siempre.

*Periodista y editor del blog: www.unavozunavez.blogspot.com


Escrito por

wilder buleje

Periodista. Editor del blog: www.unavozunavez.blogspot.com


Publicado en

OSTRA OLÍMPICA

Una mirada crítica a la realidad del Sistema Deportivo Nacional.