Por Wilder Buleje* 

Un Comité Olímpico Peruano (COP) reducido a su mínima expresión, con un pie y medio en la cancha de la ilegalidad, ha nombrado una Comisión Evaluadora para verificar las listas de candidatos para las elecciones que fueron convocadas en enero de este año las cuales deberían de efectuarse el miércoles 28 de junio.

Este grupo de trabajo –de alguna manera hay que llamarlo– está integrado por el abogado Luis Changanaquí Almendáriz, el diplomático y exremero Alejandro Gordillo, y el octogenario periodista y experto en natación Carlos Quiroga.

De acuerdo a uno de los integrantes con los cuales este blog tomó contacto, la próxima semana entregarán su reporte al descabezado COP. Y una de las primeras conclusiones de esta comisión, según trascendió, es la eliminación de la lista que encabeza Gianni De Lucchi.

Es decir, la plancha que lidera el expresidente de la Federación Peruana de Karate, Pedro Del Rosario, sería la única lista con pretensiones para alcanzar los apetitosos cargos del COP. Sin embargo, las objeciones contra Del Rosario, por no cumplir los dos años como dirigente de una disciplina olímpica, pueden determinar otro fin de esta historia. 

Hay un agravante. Se trata de la legalidad de este nombramiento. Quizá los lectores, tampoco los miembros de esta comisión evaluadora, no recuerden que el COP se quedó sin presidente ni vicepresidente por las sanciones en contra de José Carlos Quiñones y Víctor Puente Arnao, aplicadas por el Consejo Superior de Justicia Deportiva y Honores del Deporte (CSJDHD).

Además de esas dos bajas, en 2016 renunció la excongresista Cenaida Uribe, en marzo de este año Francisco Boza Dibós (secretario general), Antonio Gómez, Luis Salazar Steiger y la representante de atletas olímpicos Claudia Rivero Modenesi, y en 2014 ya había salido la accesitaria Silvia Miró Quesada de Lira. Es decir, ocho de un total de doce cargos por elección.

Un abogado como Changanaquí Almendáriz –hermano de la recordada Concho Changanaquí– quizá no estuvo enterado de esta situación. Tampoco el diplomático Gordillo y mucho menos el querido Carlos Quiroga. Ahora ya lo saben y deberían de procurarse los estatutos del COP para verificar si están actuando con legalidad plena.

El estatuto del COP señala que ante la renuncia de cuatro o más miembros se debe convocar a asamblea de bases, la mayor autoridad de esta organización, para renovar la composición del colegiado. Esto no se ha hecho y hay una falta que está transformándose en algo más serio.

Desde hace un tiempo, la señora Maggie Martinelli ha asumido la representación del COP, bajo el rótulo de secretaria general. ¿Podrá probar que un comité ejecutivo legal la promovió a ese cargo? Los papeles hablan, pero el COP se ampara en el sambenito de “institución privada” para mantener el secretismo. A los integrantes de la Comisión Evaluadora no deberían de negarle el acceso a esas actas, para que ellos verifiquen su real situación.

Lo cierto es que el COP cada vez se parece más a un club de barrio que a la entidad que representa los intereses de los deportistas y dirigentes del circuito olímpico.

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*Periodista y editor del blog: www.unavozunavez.blogspot.com